Este año, 2024 se han cumplido 30 años sin Andreas Faber-Kaiser. Se ha escrito mucho sobre AFK, y creo que es imposible aportar nada que no sepáis sobre su figura, puesto que los que le seguís, lo sabéis todo sobre él.
No suelo hablar de las personas, más bien me fijo en su trabajo. Pero con Andreas es imposible.
En mi caso, ya como persona adulta, he ido labrando mi camino a base de reflejar el conocimiento adquirido en el transcurso de mi vida. El juicio acumulado, nos moldea, nos nutre y nos forja como personas, esto al menos en mi caso es un hecho inapelable, al igual que afirmar que yo mismo he crecido moldeado en gran medida por mis tótems, entre ellos el propio AFK.
Los domingos de antaño, en la calle Picalquers numero 3 bis, en Barcelona, cuando yo era joven, en la vieja radio de mi abuela sonaba la música de cabecera característica del programa de AFK: Sintonia Alfa, después de escasos segundos, AFK con su voz nasal y característica decía más o menos así: “Hola bona nit, benvinguts una vegada més a Sintonia Alfa a catalunya radio…”, aún recuerdo como retumban esas palabras en mis oídos, y la fiel atención que prestaba mi abuela Nuria al transistor.
Eran tiempos en los que internet no existía, así como tampoco los teléfonos móviles y las redes sociales eran bares, bibliotecas, parques, calles y rincones entre otros que veían como tertulias improvisadas surgían de forma espontánea, inesperada y se avivaban rápidamente.
Este detalle sobre internet que puede a simple vista carecer de importancia, es crucial. ¿Para qué? Para comprender el hercúleo trabajo de búsqueda, lectura y documentación que AFK desarrolló y del que muy poco se habla. Basta ver la cantidad de referencias que el propio AFK cita al final de su trabajo “Sobre el secreto” publicado en 1985, para que quien estuviera interesado continuara la búsqueda que el empezó. Pero la grandeza de todo este trabajo de investigación residiría en la labranza del campo del conocimiento, la lectura, la profunda inmersión e investigación por medio de miles de hojas de papel a falta de ordenadores, redes sociales, canales de youtube páginas web y otros medios modernos, todo en una sinfonía perfecta agregado a un grado de cultura e intelecto solo al alcance de una mente tan brillante y única como la de AFK.
Tengo que explicar una cosa que me sucedió hace unos pocos años. Por mi trabajo, paso muchas horas al volante, y siempre cae algún audio de algún programa de AFK. En uno de esos viajes, estaba completamente inmerso en un episodio de Sintonía Alfa, y esto que os voy a explicar, trasciende por encima del tiempo, cosa a la que AFK a mí personalmente me tiene acostumbrado. El audio en cuestión no lo recuerdo, pero os puedo asegurar que era de una actualidad absoluta pese a tener varias décadas de antigüedad, tanto que, en un momento dado, cuando se solicita a los escuchantes que marquen el 93 201 74 74 para opinar sobre el asunto. Sin pensarlo, y de forma automática, marco el número y al ver con cierto enfado que en Catalunya Radio no me respondían, regreso al presente y asumo que no estoy escuchando un programa en directo, sino un podcast de hace más de dos décadas. Esta es una de las cuestiones que más me fascinan sobre el trabajo de AFK, su actualidad y esa capacidad de dibujar el futuro desde un pasado que sin duda alguna dejó en forma de profecía muchos de los sucesos que hoy están sucediendo. De hecho, para que uno esté informado y comprenda cómo funciona el mundo actual y esas capas invisibles, es indispensable escuchar y leer la obra de AFK.
AFK y su máquina de escribir (fuente: https://www.facebook.com/Andreas.Faber.Kaiser)
En sus programas de radio, AFK siempre mencionaba a todo el equipo que le acompañaba, “salutacions en nom de tot l’equip”. Andreas que se caracterizó por sus múltiples aventuras en solitario, pero no dudaba ni un solo segundo en mencionar aquellos que en equipo con el construían desde cero cada uno de sus programas de radio, y luego… “us parla com sempre, Andreas Faber-Kaiser”.
La presentación de sus invitados fue siempre extensa, tranquila y sosegada, aunque breve concisa, y entendible para comprender a quien íbamos a escuchar, justo como un café humeante en invierno al lado de una chimenea, simplemente reconfortante e invitador. El tiempo en la radio siempre es limitado, pero no sé de qué manera Andreas lograba siempre ese equilibrio que permitía que a modo comparativo que un elefante cupiera en un 600, sin duda era el domador del dios Cronos.
Después venia una magistral introducción sobre el tema que se iba a tratar, ya habían transcurrido quizás cinco o seis minutos desde el comienzo del programa, y los escuchantes de Catalunya radio, ya estaban en una especie de extraño trance conducido AFK y esa chamánica Sintonía Alfa.
AFK ilustraba a la audiencia, del mismo modo que los exploradores a recónditas tribus con sus modernos conocimientos; con datos, historias y lugares aislados de los que la gran mayoría jamás hasta aquella noche de domingo había escuchado absolutamente nada, o que solo un puñado de personas conocían.
Andreas conducía sus programas de una forma única, dejando al entrevistado que se expresara, interviniendo lo justo para enriquecer la entrevista y enriquecer el programa.
La intervención por parte de los escuchantes en su programa ya sea mediante llamada telefónica o carta epistolar era otro de los rasgos característicos en sus programas, su cercanía y trato personal con sus seguidores en la medida de lo posible denotaba su predisposición a atender un máximo de personas que estuviera en su mano. Sus programas, convertidos en muchas oportunidades en bálsamos curativos a nivel espiritual y mental para muchas personas, sin duda marcaron de forma muy positiva centenares de miles de vidas, que escuchaban y acudían mediante llamadas en su directo, como las ovejas a pastos verdes y frescos en los que descansar y reconstituirse.
AFK continua entre nosotros con su amplio legado. Sin duda alguna, la revista Mundo Desconocido que vio la luz en 1976, es una enciclopedia, un manual de consulta de enigmas desconocidos de los que, aun a fecha de hoy muchos siguen sin respuesta. Para mí es una obra maestra, un diccionario, un manantial inagotable de información, inspiración y sabiduría que sacia mi sed cada vez que acudo a ella.
AFK no tenía ningún problema en desmitificar o clarificar aquello que algunos pensaban que era un misterio o un arte mágico cuando este no lo era, y lo hacía apoyándose en datos contrastados o invitados que tenían un amplio conocimiento del asunto. Cuando algo es, es, y cuando no lo es, sencillamente no lo es, así era AFK.
Josep Maria Casas Huguet, Josep Mir Rocafort, Antoni Ribera, Jaume Amer, Enric Marin, André Malby, Victor Girauta, Jaume Bordas, Sinesio Darnell, Jesús Jofre, Miquel Aracil, Salvador Freixedo, Jacques Vallée, Iván Trilha, Peter Kolosimo, René Fouéré, J. Allen Hynek… son algunas de las personas que pasaron por los programas de AFK o su revista.
Sin ningún tipo de duda, el asunto más peliagudo que Andreas Faber-Kaiser trató, fue el del aceite de colza desnaturalizado. Su libro, “Pacto de silencio”, fruto de una investigación profunda y como jamás se había visto en España, implicó un gran esfuerzo, la compilación de documentos científicos e ir mucho más allá de la selva más peligrosa en la que jamás se hubiera adentrado Andreas. Un trabajo del que me atrevo a afirmar: “fue literalmente secuestrado” y del que quedaron en su día muy pocos ejemplares. Mucho se ha especulado sobre si este trabajo le costó la vida, mi opinión es que si, son muchos los investigadores que cuando se han acercado peligrosamente a verdades incomodas, se han suicidado o fallecido misteriosamente, la lista es larga: Max Spiers, Phil Schneider, Morris Jessup, James R. Wolfe, Ron Rummel, Uyrange Hollanda Lima, Vladimir Pasechnik, Alberto Vignati, etc…
El mundo del misterio carece de rumbo y va a la deriva como un barco fantasma de velas rasgadas desde que Andreas falleció. No hay investigadores de campo valientes hoy en día, y sin duda él fue el último y me atrevería a decir el único Percival Harrison Fawcett español.
Andreas no era de enjabonar a nadie, era un buscador de hechos contrastados, no de verdades inequívocas, puesto que esto ultimo es algo que cada uno interpreta a su manera. Los hechos, son los que son; saquen ustedes sus propias conclusiones.
Andreas jamás quiso imponer su opinión, y una de las aptitudes que más admiro en él, fue su capacidad de hacer que las personas pensasen por sí mismas, que el criterio personal de cada oyente suyo, se pusiera a trabajar y con él, la capacidad de raciocinio, que es lo que sin duda alguna nos otorga la libertad.
Algo de los que no se habla demasiado es de la música que Andreas ponía en sus programas. Sin duda alguna fue uno de los pioneros en crear un ambiente envolvente gracias a esas bandas sonoras que nos acompañan en cada uno de sus programas. Fue de los primeros en comprender el poderoso efecto que ejercen en los seres humanos ciertas melodías, mostrando quizás de forma inconsciente que provenía de una familia de artistas. El arte, no deja a nadie indiferente, es capaz de estimular ciertas áreas de nuestra mente que no sabemos ni siquiera que poseemos. Andreas, que es muy sabio, conocía perfectamente este asunto, y de forma sutil, delicada e inteligente nos guiaba no solo con sus palabras y las de sus invitados, sino con esas músicas.
No puedo explicar que siento al escuchar un programa de Andreas, es un extraño viaje a un pasado muy presente, es como volver a casa después de haber estado un largo tiempo lejos de la tierra que nos arraiga, y escuchar una voz familiar, amiga y sobre todo sabia y reconfortante.
Andreas, escuchaba atentamente a todo el mundo, jamás le he oído atacar a nadie por pensar de una u otra manera. Cuanto nos queda por aprender de Andreas, y a mí el primero.
Andreas tenía una mente poderosa y lo sabia. Pero jamás se lucró mediante ese don. Muchas personas con mentes hábiles sin duda, pero mediocres comparada con la de Andreas, han creado sectas usando como base su carisma, y su inteligencia o se han lucrado mediante ardides y engaños usando sus hábiles dotes. Andreas podía haber creado sin duda alguna la secta de las sectas y lograr un aprovechamiento monetario y personal con muchísima facilidad. Jamás lo hizo, jamás se aprovechó de nadie en ningún sentido. Bien al contrario, dispersó a los cuatro vientos su conocimiento e investigaciones para cualquiera que lo quisiera. Lo material para Andreas no era una forma de vida, sino un medio que le permitía seguir investigando.
Un verdadero y autentico investigador de campo, que se erigió como defensor de causas justas, y caballero defensor de la libertad de pensamiento e información.
Para muchos de nosotros Andreas ha dejado una estela que intentamos seguir día tras día, no es fácil, no somos Andreas. Transitar por esta senda que Andreas dejó perfectamente asentada, es lo que muchas personas intentamos en la medida de lo posible. Andreas no era perfecto, era un ser humano, supongo que tuvo momentos de júbilo, de euforia, de amor infinito, de tristeza, y por su puesto de miedo, pero los afrontó uno a uno, quizás desde el silencio, seguramente algunos desde la solitud, acumulando experiencia, sabiduría y altruismo, en muchas ocasiones seguramente completamente solo.
En nuestro paso por esta etapa que llamamos vida, sin duda todos y cada uno de nosotros libramos muchas batallas, alguna de ella las ganamos, otras no. Pelear contra nuestra propia oscuridad sin duda es una de las peores luchas. Desde el momento en que nacemos, empezamos a andar por el camino de la vida, y muchas veces no somos conscientes de que ese camino desemboca de forma aun hoy en 2024 hacia un solo lugar: la muerte. La valentía con la que Andreas afrontó esos últimos pasos, estando activo en su querida radio aun con su enfermedad muy avanzada, nos dejó sin duda una lección suplementaria de vida, a las que Andreas nos tiene acostumbrado, y que cada uno la interprete como mejor le convenga.
Andreas se fue muy joven, pero en muchos de nosotros ha influido de una forma crucial en nuestro desarrollo como personas, así como en la trayectoria de nuestra vida. Andreas, un explorador de lo desconocido, solitario, valiente, osado y atrevido que ha logrado que muchos de nosotros tengamos curiosidad no solo por aquello que vemos, sino por aquello que no vemos, por aquello que tiene explicación, y por aquello que carece de la misma.
Por suerte, Andreas tuvo dos hijos, y tengo que admitir que no lo supe hasta hace muy pocos años y fue como tapar una vía de agua de un buque que se hunde. El espíritu de Andreas sigue aun en el mundo de los vivos, y se perpetua sin duda en su descendencia. Y desde luego, cuando veo a Sergi, sin duda alguna tengo una parte de Andreas muy cerca, y es un enorme privilegio y al mismo tiempo un descanso, tener la certeza de que la saga Faber-Kaiser continua.
Todos andamos en el sendero de la vida, que sin lugar a duda nos conduce hacia la muerte, un estado, lugar o lo que sea en el que de alguna manera nos encontraremos con mi gran y admirado Andreas, al que doy cada día las gracias por abrirnos los ojos. Pero, no solo a él, sino también a mi querida abuela por transmitirme ese celo por el misterio y todo lo que no es desconocido, que como bien sabia Andreas es mucho más que todo lo que sabemos.
Artur Homs, Barcelona, marzo de 2024.